En general suele haber una relación directa entre el comportamiento infantil y cómo se siente esa personita. Cuando se siente bien, se comporta bien, pero ¿Cómo le podemos ayudar para lograr que se sienta bien?
Consejo #1 - ¡Acepta sus sentimientos!
En muchas ocasiones las familias no suelen aceptar los sentimientos de sus hij@s. En pleno aprendizaje emocional les hacen cuestionarse sus propias emociones, no saber lo que sienten y dudar de sí mismos. La negación de sus sentimientos suele confundir y enfadar a los niñ@s pero seguro que muchos padres y madres se sienten identificados con algunas de estas premisas:
Ese no es motivo para enfadarse
Tienes que tener frío, así que abrígate
No puedes estar aburrido en el cole con todo lo que hay para hacer
No estás triste, solo estás cansado
Consejo #2 - Atención, atención y atención.
Si, puede parecer que se me fue la mano pero hoy en día es la principal demanda de los hijos hacia sus padres y madres.
Imagina por un momento que eres un niño de seis años que intenta comunicarse con su figura de apego, es decir, la persona más importante de mi vida. Ha ocurrido algo terrible....tu mejor amiga se ha enfadado muchísimo contigo porque has derramado sin querer agua sobre su amado dibujo...vas llorando a intentar conseguir apoyo emocional y en la gran mayoría de las ocasiones nos encontraremos con :
Ahora no puedo atenderte tengo trabajo (sin alejar el ojo del ordenador)
No es un buen momento, no ves acaso como estoy de ocupado (sin dejar de limpiar, cocinar, etc)
Eso es una tontería, no creo que estés tan triste por eso (sin dejar de mirar el móvil)
Ni caso, se le pasará enseguida (sin dejar de mirar la televisión)
Los adultos nos creemos capaces de prestar atención sobre varias cosas al mismo tiempo pero lo cierto es que una de ellas queda vacía de atención, carente de contenido de calidad y por supuesto sin empatía.
La persona que no recibe atención en su infancia crece con el sentimiento de que no es digno de ser amado o aceptado, por ello una de las necesidades básicas emocionales es precisamente el recibir atención, porque a través de ella es como los niños conocen el amor, la aceptación y la aprobación.
Diferentes investigadores (Rogers, Solovey, Goleman y otros),han puesto su atención en la relación existente entre las conductas disruptivas de los menores y la atención recibida por parte de los progenitores, comenzado estas con la finalidad de encontrar la mirada hacia el que no ha sido atendido con satisfacción. Prefiriendo ser un incordio a no ser nadie digno de que lo atiendan.
Consejo #3 - Valida y reconoce sus sentimientos
Generalmente los más pequeños suelen bloquearse cuando alguien les interroga, les da consejo (que no pidieron) o les reprochan sus comportamientos. En esos momentos les cuesta pensar claramente y su imaginación se paraliza. Les invito a explorar cuanto puede dar de sí el decir simplemente...anda!,vaya! o ya veo mientras miramos detenidamente a los ojos al niño y mostramos atención. Este tipo de comunicación sin sermones, sin lecciones propician encontrar por sí mismo la solución, explorando sus propios sentimientos y poniendo en marcha su imaginación.
Consejo #4 - Dar nombre a los sentimientos
Otra prueba que podemos llevar a cabo quienes tenemos la gran fortuna de compartir nuestro tiempo con peques es ver como cuanto más hincapié hacemos en distraer o invalidar la emoción de un niño más se aumenta su aflicción. Entiendo que la mayoría de nosotros pensamos que el dar expresión al sentimiento podría empeorarlo y por eso intentamos escurrir el bulto. Pero lo que conseguimos ¡es justo el efecto contrario!.
Cuando el niño oye las palabras que definen lo que está experimentando, se siente profundamente consolado y aliviado porque alguien ha reconocido y puesto nombre a lo que experimenta en su interior.
Consejo #5 - ¡Hágase la magia!
¡Aunque sea en fantasía! Conceder sus deseos en la imaginación es un truco que suele funcionar con los pequeños, si tras validar y dar nombre a sus sentimientos hacemos llegar lo que quiere en fantasía el niño o niña entiende que estás empatizando con lo que quiere y suele involucrarse en el juego.
Por ejemplo una mamá me contaba como Lucas, su hijo de 5 años lloraba desconsolado porque se terminó su pintura rosa justo en el momento en el que él quería terminar de pintar un elefante rosa.
Antes de recibir consejo me cuenta que habría intentado que no dramatizase, convencerlo de pintarlo en otro color, o distraerle con cualquier otra actividad, ahora que ya es una experta emocional primero escuchó con atención poniendo algún ajá y vaya por aquí y por allá para que viese que estaba comprendiendo sus sentimientos, verbalizó lo triste que debía sentirse por no poder terminar su dibujo y posteriormente inventó una historia de un elefante rosa que se cayó en un cubo de lejía. Lucas ayudó a su madre a terminar la historia y seguidamente dijo: "Tengo blanco y rojo así que puedo crear el rosa"
Grupos de apoyo en la crianza.
Estos y muchos otros consejos y casos prácticos los trabajamos en los grupos de apoyo hacia una crianza respetuosa. La crianza puede ser agotadoras durante los primeros años de vida, pero vale la pena saciarlos de amor y atención porque en muy pocos años requerirán de otro tipo de atenciones de diferentes personas…y entonces se convierte el que un hijo les solicite atención.
Si quieres unirte a alguno de nuestros grupos por favor escríbeme a fuertepsique@gmail.com o llámame al 649538892.
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